martes, 11 de marzo de 2014

MI HIJO ESTÁ MÁS IRRITABLE QUE DE COSTUMBRE AHORA QUE TRABAJO FUERA DE CASA ¿POR QUÉ PUEDE SER?

Muchos padres se sienten realmente confundidos cuando sus hijos comienzan a tener actitudes poco adecuadas para su edad. El niño cambia de forma inesperada, y donde antes existía un ser angelical, ahora se torna en un pequeño nervioso e inestable. Bien es sabido, que ningún progenitor trae consigo una guía del buen padre, pero sí se da uso a ese poder inteligente que trae de forma innata el ser humano responsable y repleto de amor hacia su pequeño, el éxito está asegurado.

PROBLEMÁTICA ENTRE PADRES E HIJOS EN LA SOCIEDAD ACTUAL

Desgraciadamente, esta sociedad en la que nos encontramos inmersos cada vez nos exige más: mayor número de horas de trabajo en la calle, más compras innecesarias de objetos, que incluso a posteriori no se le da ningún tipo de uso, y que según la agresiva publicidad nos la hace ver como útiles y necesarios, entre otros. Definitivamente, más gastos en cosas realmente que no nos llegarán aportar la felicidad que ansiamos.

Los niños son los primeros receptores de esa situación, aunque muchos padres no quieran estimar esta auténtica verdad. La ausencia constante de los progenitores pueden hacerles sentir con sentimientos de soledad y poco valorados. Ello les enfurecen en exceso y en consecuencia se sentirán más irritables.

La solución más acertada ante esta situación es la comunicación con el más pequeño, hacerles participes que la situación económica o laboral les obliga a estar muchas horas fuera de casa, además que realmente se les quiere mucho, y que sus pensamientos están de forma constante con él. Además, los padres deben comprometerse con ellos a compartir momentos de juegos, o incluso leerles un bonito cuento, en aquellas horas libres que se encuentren en el hogar.

Realmente es difícil, y se comprende, porque en la gran mayoría de ocasiones, después de un duro día de trabajo, se llega a casa agotado, y no sólo eso, porque quizás se encuentre con una montaña de labores en el hogar que deben atender. Irremediablemente, después de poner un poco de orden, lo que más se deseará, es cenar tranquilamente, ducharse, ver un poco la tele y dormir, para al día siguiente volver a esta dura jornada diaria y semanal.

Pero, ¿y su pequeño? ¿Cómo cree usted que se siente en esa soledad constante en su ausencia? ¿Él es pequeño para entender ese estrés que usted lleva? ¿Merece la pena poseer tantos bienes materiales a costa de la felicidad de su familia? Piense en un futuro, medite en esa posibilidad. Un sólo beso o abrazo con cariño puede fortalecer ese vínculo entre ambos, a pesar de la distancia que os pueda separar esa vida de constante trabajo y lucha diaria.

COPYRIGHT © LIDIA M.Y. / Foto Por Cortesía: Dreamstime
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