jueves, 3 de enero de 2013

Videojuegos: la liberación de endorfinas a prueba

El mundo de los videojuegos ha sido, durante las últimas décadas, uno de los más rentables a nivel económico, generando anualmente ganancias multimillonarias a las diferentes empresas dedicadas al desarrollo tanto de consolas como de nuevas plataformas para todos los gustos. Es así como, a partir del clásico Atari o de la recordada consola Nintendo, ha existido un constante avance tecnológico que, notoriamente, evidencia un sostenido trabajo por parte de los ingenieros, desarrolladores y creativos en busca de mejores alternativas para los usuarios.
Asimismo, resulta patente el hecho de que, de una u otra manera, esta misma mejora en las opciones que se ofrecen a los gamers implica también la incorporación de nuevos estándares en entretenimiento, factor transversal a cualquier tipo de videojuego y que, sin embargo, tiene que ver con un tema totalmente particular y subjetivo como lo es la capacidad de divertirse. De ello, pueden extraerse numerosos tópicos, desde el estado de ánimo de quien compra una de estas consolas hasta la liberación de endorfinas por parte del jugador, aspectos que varían entre una y otra persona y que, no obstante, son analizadas periódicamente por cada una de las industrias del área.
Ahora bien, lo que para unos es aburrido, para otros resulta totalmente entretenido (en cosa de gustos no hay nada escrito) De hecho, este mismo factor poco tiene que ver con la cantidad de recursos tecnológicos desplegados en cada juego, algo tal vez sobrevalorado por algunas personas y que, es base a conductas poco racionales y más bien dejándose llevar por el impulso consumista, prefieren aquello que en el mercado tenga un mayor precio o lo que posea más publicidad en los medios.
Lo mismo sucede con los juegos de PC, los cuales cuentan cada vez con cualidades más avanzadas que tienen que ver con el desarrollo mismo de los ordenadores y los sistemas operativos bajo los cuales funcionan. Sin embargo, ¿cuál es la real diferencia en entretención que puede otorgarnos un juego como el Need for Speed y el I Wanna be The Guy? Ciertamente, entre ambos videojuegos no hay mucho en común pero, no obstante, la capacidad de entretenimiento puede llegar a ser la misma. Es por ello que juegos como el Buscaminas o el Solitario Spider no logran desaparecer del mapa y, probablemente, tengan mayor popularidad que plataformas como el PES o el Max Payne, aunque algunos geeks digan lo contrario.

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